Y sonó el despertador las 4 de la mañana...son son horas para hacer nada, pero bueno por un día no pasa nada. Además ya lo hice varios días para ver fútbol así que ya estoy acostumbrado casi.
Pero para hacerlo más complicado te levantas a esa hora, y te toca caminar unos 10 minutos hasta el sitio donde teníamos que ir, de noche a las 4 de la mañana y para completar la experiencia lloviendo.
Como no al ir con brasileños llegamos tarde, como casi siempre, son peores que los españoles que ya es difícil. Y al lio como el día anterior, primero las oraciones, luego las reverencias y por último meditar. Si el día anterior fue difícil imaginar con el cuerpo y los músculos dormidos a las 4 de la mañana.
Después de eso no te vas a dormir tu día empieza a las 4 de la mañana, y así cada día. Mirar la siguiente foto, sigo sin entender que coño hace un tio vestido de dinosaurio dentro del templo
A quien madruga Dios le ayuda. Nuestra siguiente parada era el desayuno, pero no es un desayuno cualquiera, este es único y lo hacen solo los domingos porque es una ceremonia especial y muy importante para ellos. Este desayuno se llama BaruGongYang
Porque es muy importante? Por todo lo que representa, lo hace todo el mundo juntos (monjes, extranjeros, etc), en las mismas condiciones y la misma cantidad.
Lo que te pongan te lo tenías que comer y al final del desayuno revisaría el monje jefe los cubos con agua (luego lo explicaremos) y si sobraba algo había que bebérsela entre todos
También este desayuno tenía un proceso el cual nos explicaron antes de que llegasen los monjes para que lo hicieramos todo bien. Había una forma de colocar cada plato para cada una de las comidas, la forma en la que podías recibir la comida (solo podías pedir más arroz el resto todos la misma cantidad), había un orden para comer cada cosa y por último hasta una forma para dejar limpios los platos.
Las comidas (el arroz, sopa de vegetales y kimchi) antes de ir comiendo cada una, las tenías que ir cambiando a cada uno de los platos según la forma que nos explicaron, y el último cuenco con agua tendría que estar sin ningún granito de arroz o tendríamos que bebérnoslo entre todos como hemos comentado.
Después de este desayuno teníamos un rato libre, y como no casi todos decidimos dormir. Lo siguiente fue una experiencia muy buena tomar el te junto aun monje y poder hacerle las preguntas que quisiéramos sobre su forma de vida, y cualquier inquietud que teníamos.
Solo pudimos estar una hora con el, pero al final te sentías identificado. Porque el no empezó siendo monje sino que era una persona que trabaja en una empresa multinacional como nosotros, que estaba cansado del trabajo y necesita desconectar (os suena a alguno?) y así empezó estando unas semanas, y luego decidió convertirse al budismo por completo.
Nos contó como al principio tuvo problemas con la familia, pero que al final lo aceptaron y le iban a visitar al templo. Aunque no podían comer carne en el templo, ni beber como explicamos anteriormente, podían salir del templo cuando querían y poder ir a ver amigos, comer carne...
Solo nos quedaba por último la exhibición de Summudo y la última comida (aunque estábamos cansados de comer lo mismo, imaginar cada día siempre igual...Así que decidimos saltárnosla)
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