domingo, 7 de octubre de 2012

Que se hace, que se siente, que consigues en un Temple Stay (V)

Antes de la exhbición de Summudo tuvimos tiempo de explorar un poco el templo, y a pesar de que seguía lloviendo había un templo junto a una imagen de un Budha esculpido en una piedra que decían que era bonito.


Lo complicado era llegar hasta él, el acceso no era el más cómodo y encima las piedras estaban resbaladizadas por la lluvia, solo nos animamos a subir hasta arriba Tathiana, Brna y yo.


Pero el esfuerzo tuvo su recompensa, la vista desde arriba era preciosa. Merecía la pena, más que ver al Budha y el templo, en el que subían los coreanos que querían rezar (y desde la entrada es un buen rato)


Para terminar nuestra estancia en el templo (dio para mucho en día y medio :) ) vimos diferentes exhibiciones de Summudo, completadas con señoras coreanas cantando, "bailando" y tocando un instrumento coreano.
Empezó una chica, que era la que llevaba menos tiempo aprendiendo y la verdad es que aprovecho el tiempo, yo si hago algunos de esos movimiento me rompo en dos.


Lo siguió la primera de las señoras, no cantaba parecía un gato al cual estaban pisando, encima daba miedo verla (como al resto de las "señoras")


La verdad es que las señoras aportaban poco, después de otro chico esta vez era un monje y fue una pasada lo que hizo, vino otra de las famosas "señoras" según las chicas parecía que estaba volando en el aire.


A mi me parecía que solo limpiaba el suelo, y que si me la encuentro a las 4 de la mañana me da un infarto, juzgen ustedes..


Para terminar hubo una general con varios monjes y aprendicez y la última señoras con el instrumento, que la podemos llanar la más normal del trío calavera.


Terminamos haciendos unas fotos con los monjes, saltándonos la cena y adelantando el autobús para volver a Seoul aunque como estaba lloviendo tardamos unas 5 horas en volver también. Pero con mi almohada y mi antifaz las pasé felizmente dormido...



Que se hace, que se siente, que consigues en un Temple Stay (IV)

Y sonó el despertador las 4 de la mañana...son son horas para hacer nada, pero bueno por un día no pasa nada. Además ya lo hice varios días para ver fútbol así que ya estoy acostumbrado casi.
Pero para hacerlo más complicado te levantas a esa hora, y te toca caminar unos 10 minutos hasta el sitio donde teníamos que ir, de noche a las 4 de la mañana y para completar la experiencia lloviendo.

Como no al ir con brasileños llegamos tarde, como casi siempre, son peores que los españoles que ya es difícil. Y al lio como el día anterior, primero las oraciones, luego las reverencias y por último meditar. Si el día anterior fue difícil imaginar con el cuerpo y los músculos dormidos a las 4 de la mañana.

 

Después de eso no te vas a dormir tu día empieza a las 4 de la mañana, y así cada día. Mirar la siguiente foto, sigo sin entender que coño hace un tio vestido de dinosaurio dentro del templo


A quien madruga Dios le ayuda. Nuestra siguiente parada era el desayuno, pero no es un desayuno cualquiera, este es único y lo hacen solo los domingos porque es una ceremonia especial y muy importante para ellos. Este desayuno se llama BaruGongYang


Porque es muy importante? Por todo lo que representa, lo hace todo el mundo juntos (monjes, extranjeros, etc), en las mismas condiciones y la misma cantidad.
Lo que te pongan te lo tenías que comer y al final del desayuno revisaría el monje jefe los cubos con agua (luego lo explicaremos) y si sobraba algo había que bebérsela entre todos


También este desayuno tenía un proceso el cual nos explicaron antes de que llegasen los monjes para que lo hicieramos todo bien. Había una forma de colocar cada plato para cada una de las comidas, la forma en la que podías recibir la comida (solo podías pedir más arroz el resto todos la misma cantidad), había un orden para comer cada cosa y por último hasta una forma para dejar limpios los platos.


Las comidas (el arroz, sopa de vegetales y kimchi) antes de ir comiendo cada una, las tenías que ir cambiando a cada uno de los platos según la forma que nos explicaron, y el último cuenco con agua tendría que estar sin ningún granito de arroz o tendríamos que bebérnoslo entre todos como hemos comentado.


Después de este desayuno teníamos un rato libre, y como no casi todos decidimos dormir. Lo siguiente fue una experiencia muy buena tomar el te junto aun monje y poder hacerle las preguntas que quisiéramos sobre su forma de vida, y cualquier inquietud que teníamos.


Solo pudimos estar una hora con el, pero al final te sentías identificado. Porque el no empezó siendo monje sino que era una persona que trabaja en una empresa multinacional como nosotros, que estaba cansado del trabajo y necesita desconectar (os suena a alguno?) y así empezó estando unas semanas, y luego decidió convertirse al budismo por completo.


Nos contó como al principio tuvo problemas con la familia, pero que al final lo aceptaron y le iban a visitar al templo. Aunque no podían comer carne en el templo, ni beber como explicamos anteriormente, podían salir del templo cuando querían y poder ir a ver amigos, comer carne...


Solo nos quedaba por último la exhibición de Summudo y la última comida (aunque estábamos cansados de comer lo mismo, imaginar cada día siempre igual...Así que decidimos saltárnosla)


viernes, 5 de octubre de 2012

Que se hace, que se siente, que consigues en un Temple Stay (III)

La última entrada la dejamos antes de empezar la clase orientación y la clase práctica de Summudo, tengo que darme prisa que por fin el jueves empiezna mis vacaciones! Que llevo sin ellas desde Enero y hay que aprovechar a viajar por Asia que desde aquí es más barato que desde España.

Lo primero que hicimos fue ver una video de presentación, en el cual contaba la historia y las tradiciones de los monjes y de ese templo en concreto. A continuación nos separamos en dos grupos, coreanos y extranjeros para explicar como había que hacer las reverencias e intentar aprender o leer las oraciones. Yo ni lo intenté era en coreano y encima iban super rápido...
 
Este era el sitio donde hicimos todo esto en la escuela de Summudo del Templo de Golgusa. También hacen práctica de arco pero ya se acabo la época o al menos no tuvimos la suerte de coincidir


Antes de empezar con la clase había que empezar haciendo las reverencias, eran más de 100 y tu hacías las que podías, yo creo que a las 50 o así desistí porque me estaban matando las rodillas. Ni haciendo ejercicio todos los días fue demasiado sufrido, y aun estábamos empezando.


Ahí vamos a por una alehoop

 
Lo siguiente que había que hacer eran las oraciones que os comentaba arriba, y acto seguido llegaba el momento de la meditación. La verdad es que sin que te hayan enseñado o tener una mínima preparación es imposible, aunque si que es verdad que había muchos extranjeros "internos" en el templo y nos contaron que la experiencia de vivir ahí que valía la pena (lo sigo dejando para otros, como mucho un fin de semana más y a volar)

La de la foto es Tathiana, pero la postura era mucho más cómoda que la de meditar con las piernas cruzadas.


Luego empezamos la clase de Summudo solo viendo el calentamiento, estaba viendo que íbamos a sufrir mucho, y aunque la habitación era bastante grande íbamo sa sudar lo suyo.
Por mucho que hayas entrenado en un gimnasio, o corras y estés en forma, esta clase definitivamente mata.
No es que sea tampoco complicada, pero la intensidad y el elevado número de repeticiones hace que sea difícil de seguir el ritmo. También es verdad que había algunas posturas que las hacía rita.


Después de la clase, ducha rápida y a dormir, eran las 10 de la noche. Y os preguntareís porque tan pronto? Pues porque al día siguiente la alarma sonaba a las 4 DE LA MAÑANA...
Pero eso lo leereís en la siguiente y última entrada de esta curiosa e imborrable experiencia.

miércoles, 3 de octubre de 2012

Que se hace, que se siente, que consigues en un Temple Stay (II)

Por fin nos encontramos dentro del templo, después de registrarnos y de recibir la ropa para nuestra estancia fuimos a nuestra habitación.
La ropa era muy simple: un chaleco y unos panatalones bombachos. Las pantalones muy cómodos aunque parecíamos unos payasitos.


Las habitaciones eran las típicas coreanas, vamos que me tocaba volver a dormir en el suelo, y ya van 3 veces en Corea a este paso le cojo el gustillo y todo. Esta era la nuestra, que compartimos con dos alemanas que trabajaban en Hong Kong
Lo mejor de todo era la vista que tenías nada más despertarte, puedes dormir en el suelo pero despertarte y ver esto merece la pena, y no se paga con dinero.

 

Teníamos una hora hasta la hora de la cena y queríamos investigar un poco que había dentro del templo. Al final como íbamos con mujeres solo tuvimos 25 minutos que nos sirvieron para hacernos algunas fotos tontas

 
 

Ver una estatua de un buddha junto a la del tipico perro coreano (que unos dicen que es sagrado y otros me dicen que son los perros que se comen, seguiré preguntando)

 

Después de esto fuimos a por nuestra única cena en el templo: arroz, sopa de vegetales y kimchi. Lo mismo para desayunar, comer y cenar (el monje nos comentó que pueden salir del templo para comer carne y otras cosas cuando quieren....menos mal)

 

 Teníamos que coger fuerzas porque después de la charla de orientación tendríamos nuestra clase de Summudo, y la verdad es que fue bastante dura

La foto curiosa sigue siendo del templo. En los baños, bueno donde había un WC y un grifo para ducharse, teníamos el siguiente cartel. Dice que no tiremos papeles al baño y tendremos un castigo de hacer 1.080 reverencias


Que se hace, que se siente, que consigues en un Temple Stay (I)

Lllevaba tiempo queriendo escribir esta entrada pero necesitaba bastante tiempo para poder hacerlo, fueron solo unas horas pero aprendes, te conoces a ti, piensas y meditas (o al menos lo intentas) mucho.
Fue una experiencia qu e si me preguntan que si lo volvería hacer, diría alomejor que si un fin de semana más porque la verdad es que a vida de un monje es bastante dura y sacrificada.

El viaje lo propuso Bruna la esposa de Willian (el brasileño que parece japonés), y nos unimos Andre Tathjiana y una chica Paloca. En Corea hay muchos templos para hacer esto, pero no en todos te enseñan el Summudo una técnica de artes marciales, solo en uno. Y no queda cerca de Seoul precisamente.


El templo que enseña estas artes marciales es el Templo de Golgusa y se encuentra en Gyeongju. Para llegar cogimos un autobús con atasco tardamos más de 5 horas, pero por suerte los buses en Corea son un lujo y pagando un poco más vas en los autobuses limusina en los cuales puedes dormir como una bebe. Una prueba


El autobús nos dejaba en la ciudad de Gyeongju comimos en una barbacoa coreana para coger fuerzas. Si no lo sabeís en el templo está prohibido la carne, el alcohol y practicar sexo.
Teníamos que coger otro autobús que nos dejaba a 1 km del templo, durante el trayecto andando todo estaba verde y se respiraba paz. Después de muchos fin de semanas haciendo muchas cosas necesitábamos algo así para desconectar.

 
 

Después de un rato andando disfrutando con estas vistas por fin llegamos a la entrada al templo. Esta es la puerta que nos recibiría, y donde pasaríamos la tarde y la noche.


Esta noche prometo escribir la segunda parte

Os dejo una foto curiosa como otras muchas puse en mi blog durante estos 3 meses, si ya pasó la mitad de mi programa sin darme cuenta. Es del bar donde comimos antes de ir al templo, tienen ideas cuanto menos curiosas a falta de ventilación siempre queda la manual



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