Ya hemos vuelto de otra despedida que de gente se va ahora, una pena, pero por fin se acerca mi vuelta a España. Poco más de 24 horas y a saborear el aroma de allí unos días.
Después del restaurante indio y de hacer una encuesta ara unas estudiantes coreanas, empezamos nuestra tarde de compras sin gastar un solo won, solo el dinero de monopoly así da gusto, no me cansaré de repetirlo. Motivación para trabajar más sin duda :)
Como éramos muchos decidimos dividirnos, a mi me tocó con Tiago como siempre, y se nos unió Fisayo un chico de Nigeria que vive en Suwon. Tiago ya había estado en el mercado el fin de semana pasado y Fisayo demostró ser un buen negociador, no pude elegir mejor equipo.
Nos costó encontrar el mercado del que hablaba Tiago que estuvo, porque al principio entramos en un mercado que era una auténtica locura como podeis ver en la foto de abajo, no cabía un alma y era muy agobiante. Había tiendas hasta en las escaleras del metro!
Pero por fin lo encontramos y el panorama era bien distinto, podías andar tranquilamente y disfrutar de cada uno de los diferentes puestos y tiendas. Al primer sitio y donde pasamos la mayor parte del rato fue una tienda de gingseng.
El chico que nos atendió no podía seer mejor persona, al final hasta nos sentimos un poco mal con los descuentos que le hicimos darnos. Pero hizo su agosto porque luego nos encontramos con dos más y les llevamos ahí.
Compramos diferentes tipos de gingseng, nos invitó a te y casi le compramos al gato que podéis ver en las fotos pero se resistió. Decía que era como de la familia
Después de esta tienda tocaba la siguiente negociación, unas camisetas de fútbol. Valían 40€ y las acabamos sacando por 20 € cada una. Yo me compré la del Chelsea y la de Corea del Sur (su capitán que ayer debutó con el Celta y marcó, le debí traer suerte)
Luego compramos unos cuantos souvenirs y mochila para cuando vaya a andar por Corea o España, más para la gente, y Tiago tuvo una buena idea comprar banderas de Corea para poner en el sitio así que negociando más
Por comprar hasta Tiago compró ropa para su perro, mirarle negociando duramente. Y tocaba volver, totalmente reventados y encontrarnos esta cola en el metro, ya no puedo quejarme del metro de Madrid en hora punta.
Y para terminar un granizado de fresas naturales, había que recuperar fuerzas para la noche, que noche. pero eso es otra aventura
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