La verdad es que va ser un festival de los que no voy a olvidar en la vida, por lo curioso que es, por las condiciones del viaje, por la gente que conocí, por las anécdotas, por todo.
Fue un viaje que planteamos hacer toda la gente de mi hotel pero unos no pudieron venir, otros se rajaron, otros fueron a otros sitios. Así que fuimos solo el ruso y yo a través de una asociación cultural que organiza estos viajes; teníamos un poco de miedo porque pagamos en adelantado y sin ningún recibo pero esto en Korea aquí te puedes fiar de casi todo el mundo. Nos salió más barato que lo que costaba una noche de hotel o motel en el sitio del festival.
El festival se hace en playa de Daecheon, en la ciudad de Boryeong en el mapa podeís ver donde está ubicado. A unas dos horas y media en coche, salvo que haya tráfico.
Emprendimos nuestro viaje 3 coreanos: uno de los que lo organizaban Jake (gran tipo), otro coreano que iba ser también nuestro fotógrafo (se lo monta bien esta gente), y otra coreana que no recuerdo su nombre. Además de dos chicas americanas que son profesoras aquí en Seoul y por último Mikhail el ruso y yo.
Nuestro alojamiento era una cada con diferentes habitaciones. Cada habitación era para cada grupo donde guardabas las cosas, y dormías por la noche encima del suelo. Si encima del suelo nueva costumbre coreana aprendida para la próxima ya me compré de estas almohadas para viajar porque me dejé el cuello anoche en ese suelo.
Luego también debajo podréis ver como fue mi ducha. En la siguiente entrada comentaré como fue el festival y nuestra pillería para entrar a un festival gratis, vamos por la cara.
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